(Escribe: Derick Flores Gonzalez, Psicólogo, Columnista)

El Perú se encuentra en una encrucijada histórica. Reminiscencias de los años 90 resurgen con la represión de las libertades civiles, el control de los medios de comunicación y la violación a los derechos humanos.

Los intentos desesperados de una mayoría congresal abusiva por remover arbitrariamente a los miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) evidencian su afán por controlar el sistema electoral y obtener impunidad. Estos miembros serán los responsables de designar a los altos funcionarios del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC).

Es preciso recordar que en agosto de este año se cambiará a los miembros de la JNJ por cumplirse su periodo. Sin embargo, intereses políticos y de terceros buscan removerlos cuanto antes para controlar el sistema electoral. Esta casta política teme cualquier opción que contravenga sus intereses y silencia el clamor del pueblo que exige justicia: justicia para los masacrados en las protestas, justicia para sus familias y justicia para los presos políticos.

Hace poco se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, lo que nos lleva a reflexionar sobre la situación de las mujeres que sufren prisión política, un flagelo que afecta a muchas mujeres en el mundo y que, en el Perú, tiene un rostro emblemático: el de la ex premier Betssy Chávez.

A mediados de febrero la fiscalía desistió de la acusación del delito de conspiración contra Chávez por falta de pruebas, quedando como única acusación el delito de rebelión, sin embargo, dicha acusación carece de consistencia jurídica. Según jurisprudencia, este delito debe cumplir con cuatro características: armado, colectivo, público y violento. Al no cumplir con la última, se estaría denunciando a Chávez, como cómplice, de una simple proclama o declaración.

Por otra parte, es preciso recordar que los temas sobre los que la sociedad opina y debate, no surgen de manera espontánea. Es un hecho conocido que los grandes medios de comunicación (especialmente los tradicionales) juegan un papel crucial en la construcción de la agenda pública, seleccionando y tratando la información de acuerdo a sus propios criterios e intereses, que en ocasiones puede estar alineado a determinados poderes fácticos. Por esta razón, hay temas que generan mayor atención e interés en la opinión pública, mientras que otros temas suelen pasar desapercibidos.

Además, el caso de Chávez es un ejemplo de la situación que enfrentan los presos políticos en el Perú y en otras partes del mundo. Su reclusión arbitraria y las condiciones de maltrato en las que se encuentra, que ponen en riesgo su salud física y mental, constituiría una flagrante violación a sus derechos fundamentales, como el derecho a la libertad personal, el derecho a la salud y el derecho a la integridad física y moral.

Finalmente, la situación actual del Perú nos enfrenta a una disyuntiva: ¿retroceder a una época oscura o avanzar hacia una auténtica democracia? La decisión está en nuestras manos.

Fuente: Diario Caplina