Según Andrés Quispe, mientras persista esta problemática no despegará la economía local.

Andrés Quispe, propietario de un local puneño donde se venden abarrotes, les pidió a las autoridades que se preocupen por solucionar el problema de la inseguridad ciudadana.

Opinó que debido a esta situación la economía local aún no se recupera. Es más, exclamó que desde que empezó la pandemia sanitaria sus clientes han ido disminuyendo y añadió que los conflictos sociales del año pasado empeoraron la crisis.

Explicó que actualmente los puneños compran menos porque se han quedado sin empleo, por ende, no cuentan con el dinero suficiente para adquirir más productos. “Ya no pueden comprar al por mayor (…) solo adquieren abarrotes para sobrevivir”, comentó y expresó que difícilmente cambiará esta situación.

Asimismo, dijo que el Gobierno se ha olvidado de los comerciantes puneños, por lo que ironizó indicando que muchos han optado por el contrabando para ganar un poco más sin aportar al Estado.